sábado, 27 de febrero de 2010

Siempre hay que leer la letra pequeña cuando se compra un sentimiento

-¡Ding Dong!
- Buenos días, ¿que quiere usted?
- Buenos días señorita...si tiene usted un minuto de su tiempo me gustaría hablarle de un producto maravilloso.
- humm... no se si me interesa...
- ¿Lo dice en serio? pero si aun no le he dicho de que se trata...
- Esto... bueno a ver cuenteme.
- Nuestra empresa esta especializada en la venta de sentimientos personalizados...
- ¿¡De sentimientos dice!?, no comprendo, ¿Como es eso?
- Muy sencillo nosotros le ofrecemos un catalogo de hasta 100 sentimientos... y usted solo tiene que elegir entre los que mas les guste, ¡tenga!
- Hum pues la verdad es que parece interesante... dejeme ver... ¿esto es solo para mujeres?
- Si... como puede ver tenemos clasificados distintas ofertas según el tipo de mujer.
- Pues no se yo si encajare con alguno de estos tipos de mujeres... no me veo.
- En serio?... tal vez quiera ver nuestro catalogo especial.
- ¿catalogo especial?
- Si es, exclusivo para mujeres libertinas, esta muy bien pensado, vera ofrecemos una amplia gama de sentimientos curiosos, peligrosos y con cierto sabor a adrenalina.
- Suena realmente bien!
- Tome hechele un vistazo.
-Humm ¿a ver?... Este servicio podría interesarme ... si.
- ¿Que servicio?
- El nº 36... Una complicada aventura amorosa
- A ese es nuestro mejor servicio...
- ¿De verdad? ¿Cuanto podría costarme?
- En realidad ese servicio lo realizamos gratuitamente.
- ¡Eso es fantástico!
- ¿Decidida?
- Si creo que si.
- Entonces, si me deja pasar, firmamos el contrato y procedemos con el servicio... ¿Le parece?
- Adelante!
- Muy bien... firme aquí y aquí y no se olvide de leer la letra pequeña.
- ¿La letra pequeña?
- Si.
- No creo que haga falta.
- Como vea... pero si no lo hace... la empresa decidirá la duración del servicio... y no podrá hacer nada al respecto.
- Bueno... ahora ya no hay marcha atras... no creo que sea para tanto.

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